[Imagen 1: Sala de estar de pacientes, con acceso a patio interior. Hospital Psiquiátrico de Álava, 2019,]
El diseño de espacios, facilitador en áreas de Salud Mental
Sabemos que no sentimos lo mismo en un espacio o en otro. O al revés: los espacios tienen la capacidad de producirnos sensaciones diversas: relajación, estrés, pueden facilitar la concentración o animar a las relaciones interpersonales.
Pensemos en un espacio que nos hace sentir bien. Pensemos en un espacio que nos transmita calma, que sea capaz de rebajar nuestra ansiedad. Interior o exterior. Probablemente nuestra mente nos lleve a un lugar al exterior, con sonidos de naturaleza, con unas vistas tranquilas. La gran mayoría de las personas estaremos visualizando un lugar con arbolado o con agua. El ejercicio contrario puede ser también revelador. Pero no hace falta que lo hagamos. Tan solo con pensar en los elementos contrarios a los que nos producen paz, podríamos hacer un listado de ingredientes que a nivel físico o sensorial, nos alejan del bienestar emocional.
Los espacios de Salud Mental son lugares concebidos para la estancia y recuperación de los pacientes que sufren algún síndrome o enfermedad relacionados con la salud mental. La posibilidad de contar con un entorno amable, que tranquilice, que sosiegue, que no despersonalice ni altere o transmita un carácter de espacio institucionalizado es especialmente necesario en los pacientes pisiquiátricos. Precisamente por el efecto potencial que puede tener el entorno en condiciones de alteración.
Si hay alguna tipología de paciente que precise de un entorno suave, seguro, que transmita calma, paz, optimismo, es sin duda el paciente de salud mental. Y sin embargo, demasiadas veces sus espacios sanitarios no son diseñados bajo los parámetros de espacios saludables, sino bajo el enfoque de riesgo, en el que, amparándose en la “seguridad”, se eliminan uno a uno los elementos que proporcionan a los entornos su carácter doméstico, amable, seguro.
- Se eliminan cortinas, persianas.
- Se sustituyen armarios por baldas abiertas, con la consiguiente pérdida de intimidad.
- Se eliminan puertas, se cambian inodoros domésticos por otros de acero inoxidable.
- Se simplifica el equipamiento, se fija al suelo, se obvian las combinaciones armoniosas de colores en paredes y techos, los elementos vegetales.
- Se protegen puestos de control con mamparas de vidrio blindado, se ubican las áreas en plantas del edificio sin posibilidad de terrazas o jardines, se azulejan los pasillos, olvidando el confort acústico como parte de las bazas positivas que tenemos en la arquitectura para mejorar los ambientes.
- La falta de estos elementos despersonaliza el ambiente y puede generar falta de dignidad y libertad, que un paciente ingresado describió como «aspecto carcelario».
Con este panorama, ¿quién no perdería la cordura viviendo días, semanas o meses en un espacio tan deshumanizado?
Hoy, en el Día Mundial para la prevención del suicidio, desde Parra-Müller proponemos una mirada más cálida sobre estos espacios, y recordamos que el diseño de entornos puede ser un aliado de la salud, precisamente en estos espacios de pacientes más vulnerables.
La prevención del suicidio también será el lema este año en el Día Mundial de la Salud Mental y nos sirve de justificación para reivindicar espacios conectados con el exterior, con la naturaleza, con la vida.
Diseñar para reducir la violencia y el estrés supone generar entornos amigables, que el usuario pueda interpretar como familiares, en los que la seguridad no esté reñida con el bienestar sensorial, espacios acogedores, agradables y conectados con el exterior, son sin duda, la mejor aportación que desde la Arquitectura podemos hacer a la Salud Mental, en la apuesta por la prevención como estrategia de salud.
Hemos podido visitar algunos hospitales que ya están trabajando en esta línea, con excelentes resultados, como las diferentes áreas de psiquiatría del Hospital Eppendorf, de Hamburgo, y el Hospital Psiquiátrico de Álava en Vitoria. Nuestra más franca enhorabuena. Ojalá pronto muchas otras instituciones comiencen a apostar por este “modelo suave” o diseño terapéutico de los hospitales dedicados a la Salud Mental.
Os invitamos a profundizar en un tema tan necesario como urgente, a través de un excelente artículo de 2018, de Roger. S. Ulrich y su equipo, titulado:
El diseño del área de hospitalización psiquiátrica puede reducir el comportamiento agresivo (Psychiatric ward design can reduce aggressive behavior).