La bañera de parto como antítesis al potro obstétrico

¿Cómo hemos llegado a la situación en la que una mujer se tenga que subir a un potro obstétrico, poner sus piernas en unos estribos y dejarse inmovilizar, incluso con cintas fijando sus tobillos y muslos, en la postura más incómoda y menos favorable para parir?